A prayer Journal
El ambiente cultural y creativo que Flannery encontró en Iowa puso a prueba su saber y su creer. Algunos de sus colegas hablaban de la irracionalidad de la fe, y ella quería saber, desafiada por los que no creían, si increpaba a Dios para estar tranquila.
Este cuaderno, aunque incompleto, es el testimonio de quien toma en serio estas objeciones y se dirige a Dios como interlocutor. Flannery O?Connor no elude la contradicción ni consigo misma, ni con la cultura de su época, ni con Dios. De hecho, la «batalla» que comienza en estas páginas es la misma que desarrollará a lo largo de toda su vida y su escritura.
La obra contiene en la parte final el facsímil del diario original.