Anton y los dragones
Gaudí no sólo construyó casas, sino también palacios, iglesias y parques. Cada uno de ellos más notables que el anterior. Sus edificios no se parecen a ningún otro. Son suyos, sólo suyos. Bellos, piensan algunos. Feos, dicen otros. Prácticos, dicen muchos. Pero todos están de acuerdo en que son... notables. Construyó castillos de fábula y puso dragones y cabezas de serpiente aquí y allá. Antón y su papá van por la ciudad mirando todos los edificios: escamosos, florecidos, relucientes, salvajes como dragones...
Sí, la verdad es que Gaudí ha inspirado a Annika Holm y a Fibben Hald a escribir un libro de fábula... Un libro que es un auténtico viaje artístico por Barcelona, ¡pero que también es un viaje por la tierra de la fantasía!