Aún te quedan ratones por cazar
IX Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, 2012
Lista de Honor CCEI, 2013 (Literatura)
Lista de Honor CLIJ, 2013
Ryo no entiende por qué la guerra se ha llevado lejos de Nagasaki a su padre. Tampoco entiende por qué todo ha cambiado: ya no se escuchan las campanillas de los narradores anunciando su llegada, los alimentos escasean, y su amiga Reiko no parece la misma. Además, su madre está triste y la dureza de su abuela Saya no ayuda en el día a día.
Ryo se ve obligado a crecer, ya no es un niño y es consciente del mundo que le rodea. Su gato Wara le dará pistas para volver a estar cerca de Reiko: solo recobrará la ilusión si es capaz de luchar para llevar a cabo algo extraordinario.
IX Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, 2012
Lista de Honor CCEI, 2013 (Literatura)
Lista de Honor CLIJ, 2013
Ryo no entiende por qué la guerra se ha llevado lejos de Nagasaki a su padre. Tampoco entiende por qué todo ha cambiado: ya no se escuchan las campanillas de los narradores anunciando su llegada, los alimentos escasean, y su amiga Reiko no parece la misma. Además, su madre está triste y la dureza de su abuela Saya no ayuda en el día a día.
Ryo se ve obligado a crecer, ya no es un niño y es consciente del mundo que le rodea. Su gato Wara le dará pistas para volver a estar cerca de Reiko: solo recobrará la ilusión si es capaz de luchar para llevar a cabo algo extraordinario.
"Un hermosísimo relato sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial contemplados desde la atónita mirada de un muchacho japonés. (...) La prosa lírica de Blanca Álvarez se hermana con la delicadeza de unas ilustraciones que ayudarán a que nuestros jóvenes se asomen a la fascinante cultura nipona bajo el trasfondo de estos episodios trágicos de un pasado no tan lejano". (El Cultural)
"Un excelente relato en el que destaca una muy conseguida amb