Einstein nunca memorizó, aprendió jugando
·Los niños sometidos prematuramente a la estricta instrucción académica manifiestan menos creatividad y menos ganas de aprender.
·Quienes en la primera etapa de su vida memorizan hechos y datos aislados no muestran una mejor retentiva a largo plazo.
·Aprender habilidades sociales y emocionales jugando es fundamental para el éxito futuro.
Además de desmontar los mitos que ha difundido la industria del aprendizaje acelerado o las modas de hiperestimulación, este libro aporta a padres y educadores una guía práctica para enseñar conceptos complejos mediante juegos inteligentes, sencillos y llenos de amor.
Una obra para entender cómo aprende verdaderamente la mente en cada área clave del desarrollo infantil (lenguaje, lectura, matemáticas, habilidades sociales, conciencia de sí e intelecto) y aprender cuarenta ejercicios centrados en facultadas incipientes para que el niño disfrute, preparándose para el mañana.