El lenguaje prohibido de los aromas
Existe una leyenda que afirma que las mujeres más atractivas del mundo se encuentran en el Rif...
Cuenta la leyenda que las doncellas de aquel lugar extraen de su cuerpo la esencia más pura de su feminidad. Un perfume cuyo olor es tan fino y puro que una sola gota en el lóbulo de la oreja provocará en el hombre elegido el deseo irrefrenable de conquistar a su portadora.
Desde el instante en que Casilda leyó aquel libro que su padre le había regalado creyó en la leyenda, con el paso del tiempo fue creciendo en ella la necesidad imperiosa de confirmar su veracidad. Se obsesionó con los perfumes, quería crear la esencia más pura. Y, en 1972 ya era una de las mejores perfumistas del planeta. Se había cambiado el nombre adoptando el de su creación más conocida: Victoria Lalik. Aquel perfume tenía un aroma divino y sobrecogedor, como el olor de su cuerpo: penetrante, dominador.
En 1975 el prometido de Casilda, el rico heredero inglés Charles Mainfort, es encontrado ahogado en la bañera cubierto de rosas. Un escándalo mundial. La autopsia certifica que había ingerido dosis elevadas de esencias florales. Había muerto envenenado.
Lady Mainfort, la madre de Charles, decide contratar a Thomas Pin, detective privado, para aclarar la muerte de su hijo. Un mes después la prensa rosa hacía su agosto con otra defunción: Lady Mainfort aparecía muerta en su cama.
Una muerte misteriosa, una duda constante, un inspector que va tras sus pasos… Casilda, una mujer que ha borrado todo su pasado.